Arcángel Miguel: El aspecto colérico de Ba'al

07.09.2020

Autor: Michael Ruark.
Traducción: Jesús Mendoza.
Fuente: The Akkadian Origins of the Prince of Angels, Bodacious B. 2017.

El arcángel Miguel es tan antiguo que se puede rastrear su nombre alrededor del año 1600 a.C., mil años antes de que se le mencione en el Judaísmo. Parece haber llegado al hebreo a través del exilio de Babilonia en el siglo V a.C., y a través de las culturas semíticas occidentales vecinas, donde era una deidad marcial ctónica prominente llamada "Mikal". Si bien la conexión Michael-Mikal se ha hecho antes, en éste artículo propongo que el nombre Mikal proviene de una palabra acadia para "rojo", que era un nombre poético para el planeta Marte. Este nombre era un título tanto para el dios sumerio Nergal (con quien se sincretizó Mikal) como para el dios babilónico Marduk como resultado de la conquista de Sumer.

¿Qué es lo que hay en un nombre?

El Arcángel Miguel es una de las figuras más omnipresentes en la cosmología abrahámica, presente incluso en las sectas más oscuras y remotas. Si bien los nombres y números de los Arcángeles varían de una lista a otra y de una religión a otra, Miguel siempre está ahí. Incluso las brujas y los magos invocan a Miguel y su espada de fuego en busca de protección y guía. Pocos eruditos dudan de que el propio Miguel, como figura mítica, sea más antiguo que el judaísmo tal como lo consideramos hoy. Él, como muchos ángeles, es un vestigio de los tiempos politeístas.

A pesar de ser llamado "La Mano derecha de Dios", "Príncipe de los Ángeles", y de que se le atribuye la expulsión de los ángeles rebeldes del cielo (a menudo representado artísticamente pisoteando el rostro de Satanás), el arcángel Miguel no se menciona en ninguna parte de la Biblia Hebrea hasta el Libro de Daniel. Para aquellos que no están familiarizados con las escrituras: Esta historia tiene lugar durante el cautiverio/exilio babilónico (de los israelitas). Hay algunas fechas teorizadas para este período. Rainer Albertz lo ubica entre 609 y 538 a.C., la Enciclopedia Británica lo ubica entre 598 y 586 a.C., y otras fuentes proponen 593-571 a.C.

Daniel fue uno de los exiliados a Babilonia, y era un hombre notable con el don de la profecía y debido a sus talentos se convirtió en consejero del rey de Babilonia. Como tal, hizo una serie de profecías y realizó muchos milagros, algunos de los cuales involucraron ángeles. Daniel, a pesar de hacer profecías, no es considerado un profeta en el judaísmo moderno, pero se le considera una figura distinguida y un hombre justo. Las sectas cristianas, sin embargo, cuentan a Daniel como profeta. El nombre de Daniel no figura en el Corán, pero se menciona en los textos y el folclore musulmanes. Daniel también es un profeta de la Fe bahá'í (una religión monoteísta persa que comparte algunas tradiciones abrahámicas). Se ha teorizado que Daniel no está incluido como profeta en la tradición rabínica debido a la naturaleza casi pagana de sus profecías que lo describen como un Mago, los cuales son técnicamente sacerdotes del Zoroastrismo. Tenga en cuenta que el concepto de los ángeles como seres subordinados a una divinidad monoteísta fue introducido por primera vez por Zoroastro en el primer milenio a. C., 500 años antes de Daniel.

El nombre Daniel es, en última instancia, de origen ugarítico. El nombre aparece por primera vez en el Libro de Ezequiel, donde está escrito "Daní'El" como el héroe ugarítico Dan'El, el cual, en ugarítico significa "El dios El es Juez", mientras que en hebreo Daniel significa "Dios es mi Juez" o "Mi Dios juzgará". Tenga en cuenta que "El" también es otro nombre de Dios en hebreo. Algunos argumentan que el Dan'El de Ugarit podría ser el mismo Dan'El mencionado en Ezequiel, ya que aparece junto a otras dos figuras antiguas, Job y Noé, quienes en sí mismos no eran israelitas ni descendientes de Abraham (Job ni siquiera era un antepasado de Abraham como lo fue Noé). El Dan'El ugarítico se registró alrededor del siglo XIV a.C., aproximadamente 1000 años antes de que se escribiera Ezequiel, lo cual ocurrió en el exilio en Babilonia.

Dada esta información, podemos datar la primera mención del Arcángel Miguel en el siglo V a.C.

Por lo general, se dice que la definición de Miguel es "¿Quién es como Dios?", y se plantea como una pregunta, aunque a veces se enmarca como una declaración: "¿Quién [en el universo] es como Dios?" vs. "[El] que es [más] como Dios." Dado el amor judío por los juegos de palabras, esta interpretación dual probablemente sea deliberada. "¿ Quién es como Dios?" es una pregunta adecuada proveniente del general del ejército angelical que expulsó a los rebeldes que se negaron a someterse a la voluntad de Dios y se inclinaron ante la creación de Dios, Adán. La afirmación, "El que es como Dios", tiene sentido en referencia al que está sentado a la diestra de Dios y es llamado "príncipe de los ángeles". Miguel ha sido retratado como el leal defensor de Israel y la humanidad desde sus inicios, por lo que este doble sentido es bastante obvio. Esta definición afirma que el nombre del Arcángel proviene de "mi", que, un prefijo de preposición, y "El", Dios. El problema con esta etimología es que también haría que el nombre masculino "Micah" (que es Miguel sin el sufijo -El) signifique "Quién es/eres/ser", lo cual no tiene sentido. Es probable que esta definición sea solo una etimología popular dudosa, especialmente dado el juego de palabras no tan sutil.

Ahora el nombre מיכאל (mem-[yod]-khaf-[alef]-lamed) se translitera simplemente como: M[y/i]-K-[a]L. Las letras yod "y/i" y alef "a" no son vocales verdaderas, de ahí el paréntesis. El hebreo antiguo y algunos otros sistemas de escritura semíticos antiguos no tienen caracteres para la mayoría de los sonidos de las vocales. Las vocales entre estos idiomas pueden ser intercambiables, especialmente cuando se trata de préstamos. No es sorprendente que haya un dios semítico occidental llamado Mikal o Mekal ( también escrito M[y/i]-K-[a]L) quien, como Danel, fue adorado en Ugarit. A veces se piensa que el nombre Mikal proviene de Amyclas de Esparta, pero el nombre Mikal se conocía en muchos lugares del Cercano Oriente alrededor de la Edad del Bronce media, pero Amyclas, que está fechado "en algún lugar de la Edad del Bronce", probablemente ni siquiera era un rey humano real, y mucho menos un griego, ni su nombre tiene una etimología. Es mucho más probable que Amyclas viniera de Mikal. El nombre es claramente semítico y la deidad sigue claramente los tropos míticos cananeos.

Mikal también se llamaba Resef (otro nombre muy semítico) o Reshef, que significa "llama" o "relámpago", pero también "quema" o "devasta" como fiebre o pestilencia. Mikal era un dios guerrero del trueno, retratado con el equipo de batalla completo como lo es Miguel hoy. A diferencia de Miguel, tenía una consorte; la diosa guerrera del amor y el sexo, Anat. Resef-Mikal era el dador y receptor de la plaga, y dios del inframundo. Era el señor del inframundo y sinónimo del dios babilónico Nergal, que era el planeta Marte, de donde Mikal obtuvo su nombre. Sin embargo, Mikal también tenía aspectos de fertilidad y prosperidad, y podría haber sido solo el aspecto iracundo de Ba'al. Ba'al, que simplemente significa "señor", es muy "como Dios" ya que Ba'al y El son más o menos intercambiables. El nombre del dios Mikal se habría popularizado durante los siglos de la expansión babilónica, habiendo sido introducido a los cananeos por los acadios.

Así que aqui tenemos la definición de Resef, que ciertamente explica el rayo... eh... quiero decir, espada llameante . Pero ¿qué pasa con Mikal? La respuesta esta en el acadio: Makrû, que significa "rojo" y es un nombre para el planeta Marte.

Deletreado en acadio: ma-ak-ru-u². (Cada par de letras entre los guiones es un carácter/glifo completo). Ahora, el sufijo -u₂ se elimina cuando se translitera al hebreo o al fenicio, y las vocales desaparecen, lo que nos deja con MKR. "R" es un sonido de consonante complicado que a menudo se cambia con "L" cuando se pasa entre idiomas y acentos, a veces sucede cuando los idiomas cananeos adoptan palabras prestadas. Eso nos deja con MKL o מכל (mem-khaf-lamed). Las semivocales deben agregarse como guías de pronunciación, y solo hay dos disponibles, yod y alef. Si añadimos el alef entre el khaf y el lamed, obtenemos un buen sufijo "dios", que es apropiado para el nombre de una estrella/planeta, así que MKAL, ahora solo nos queda una semivocal, así que pongamos la yod entre mem y khaf, y boom: MIKAL, mem-yod-khaf-alef -lamed, y el  resultado es el nombre del Arcángel que llamamos Miguel.

Un pasaje acadio que usa Makrû en contexto:

"Si Marte está oscuro: las personas que han visto hambre comerán en abundancia; el corazón de la tierra se volverá bueno; la cosecha de la tierra prosperará; prosperará lo mejor del ganado de Sumuqan; la descendencia del ganado aumentará; el ganado en campo abierto se echará en pastos verdes; el crecimiento de invierno durará hasta el verano y el crecimiento de verano hasta el invierno; las personas que han visto el hambre verán el descanso. Si La Estrella Roja (Makrû) entra en la Luna pero no aparece allí: el hijo de un rey tomará el trono." – Enuma Anu Enlil, líneas 150-153, durante los años 1595 a 1157 a.C.

Makrû se traduce literalmente como "rojo", pero particularmente rojo brillante, como el planeta. También se dice que Makrû es un título para Marduk, pero Marduk en realidad se identifica con el planeta Júpiter y Nergal con Marte. El título "Rojo" también podría referirse al papel de Nergal como señor de la puesta del sol. Cuando Marduk saltó a la fama, absorbió los aspectos de muchas otras deidades, y el sistema astrológico babilónico no se estandarizó hasta milenios después de que comenzara el reinado de Marduk, por lo que hubo un momento en que se lo identificó con Marte. Esto probablemente causó cierta confusión entre él y Nergal. Esto explicaría por qué Reshef/Mikal de Ugarit tenía aspectos tanto jupiteriano (trueno, relámpago, realeza) como marcial (guerrero, armadura, ira), ambos tienen roles solares también. Sin embargo, Mikal es un dios de la tormenta como Marduk, fomentando el argumento de que Mikal era el aspecto iracundo de Ba'al. Marduk también fue retratado a menudo luchando contra los dioses rebeldes Kingu o Tiamat durante la guerra en el cielo, de la misma manera que se retrata a Miguel luchando contra Satanás. Resef luego fue absorbido por el panteón egipcio, de hecho, su adoración se extendió por todo el antiguo Cercano Oriente. Reshef/Mikal fue, siglos después, sincretizado con Apolo y Adonis, de donde el católico-cristiano Miguel obtiene su cabellera rubia y su aspecto andrógino/juvenil. El color rojo, especialmente en las velas, todavía se asocia canónicamente con el Arcángel Miguel hasta el día de hoy y su adoración se extendió a partir de entonces por todo el antiguo Cercano Oriente.

Así que ahí lo tienen: el Príncipe del Cielo fue una vez el Rey del Infierno. Cuando lo piensas, es realmente sorprendente cómo la mayor parte del simbolismo básico que rodea a este espíritu se ha mantenido intacto durante miles de años. También me parece interesante que los aspectos etónicos/del inframundo de Miguel se estén utilizando una vez más a través de tradiciones esotéricas, especialmente en las tradiciones sincréticas de la diáspora africana de América del Sur y Central.
 

Fin de la cita.